martes, 27 de marzo de 2007

Una ilusión particular.

Tengo estos días muchos pensamientos que me rondan la cabeza, acerca de la situación que vivimos en España, políticamente hablando. No he visto nunca echar tanta leña al fuego por parte de un gobierno, el cual acusaba al anterior de crispar, atacando a la oposición pregonando auténticas barbaridades. Y mientras gastan saliva ministros, secretarios y otros, vociferando acerca de los Jinetes del Apocalipsis que, según sus verborreas, cabalgan portando las siglas del Partido Popular, van desgarrando poquito a poco la dignidad, la historia, la convivencia y la sociedad de este país hermoso como pocos, rico en cultura y paisajes, en flora y en fauna, en pueblos y ciudades, en lenguas y costumbres que es España.

Pactan con fuerzas minoritarias y ambiciosas planes estatutarios diferenciadores, pero parásitos del estado del que reniegan. Pactan con grupos terroristas proyectos políticos y no les importa que en la mesa el papel se empape de la sangre de las víctimas que van acumulando, cual verdugo durante la Revolución Francesa, los terroristas compañeros de mantel y cubierto. Pactan con fuerzas políticas minoritarias, en recuento de voto, (independientemente de su ideario), ocupando poco más de la mitad de la sociedad española (aunque no todos digan serlo), para ofuscar, para hacer desaparecer bajo un manto de acusaciones, cada cual más disparatada, al partido político que antes ocupara el cargo del Gobierno de la Nación, vilipendiándolo como si fuera un veneno para la sociedad. En definitiva, desprecian a casi la mitad del pensamiento ciudadano que formamos millones de españoles actualmente. Aunque pondría la mano en el fuego que en realidad somos muchos más.

Dudo mucho que entre tanto despropósito haya alguna razón, mínima siquiera, que lo justifique. Es así como he llegado a la conclusión, que coincide con los comentarios que escuché hace poco en una tertulia radiofónica, que desde el gobierno no conocen otra forma de tapar sus propias vergüenzas. Tienen tan poco de lo que alardear o publicitar de sus tres años de gobierno que, a falta de promocionarse, practican el acoso y derribo de la fuerza política que les puede turnar en el difícil cometido de dirigir un país: Si uno no sube, que el otro se hunda; así siempre se les verá más arriba, o más altos.

Es por esto que cada día que les oigo gritar, insultar o amenazar, desde el gobierno, desde el partido socialista, o desde algunos medios de comunicación (que deberían avergonzarse de su descaro), que mis principios personales adquieren cada día más firmeza.

Y estos principios apoyan al que muestra cordura, aplomo y fortaleza en los mismos sentimientos patrióticos que yo tengo. Veo en el discurso que escuché un diez de marzo una declaración de principios que permiten pensar que la paz social, que la fortaleza de las instituciones, que la prosperidad de los ciudadanos de este país, que la unidad de todos los españoles y de sus pueblos tienen un futuro posible.

Y la fuerza política que es el Partido Popular hoy en día representa esos principios.

Confío en que todos estos deseos tengan lugar prontamente. Pero para ello hay que seguir trabajando e ilusionando a la sociedad. Para convencer a los que dudan de a quién votar, o de ir a votar. Hay que mantenerse ilusionados, para transmitir esa ilusión y ese optimismo a la sociedad. El bonito paisaje que formaban las miles de banderas españolas aquel diez de marzo, alzándose todas a una para ondear extendidas al viento, cuando la primera brisa sopló por encima de los presentes, mientras Don Mariano Rajoy pronunciaba su discurso me trajo una esperanza que aún no se me ha apagado, y que dudo que se apague si continúo teniendo un motivo para ir a las urnas esta primavera y el año próximo.

2 comentarios:

Tío Pop dijo...

Excelente post, Xixarro. Y lleno de esperanza. Me encanta escucharos "a los míos" cuando habláis tan clarito y sin necesidad alguna de crispar. Va a ser verdad que la falta de argumentos de "los de enfrente" es el motor de sus injurias.

Debimos de estar en el mismo sitio el 10 de marzo ;) Yo también recuerdo perfectamente cuando, recién empezado el impresionante discurso de Rajoy, el viento desplegó todas aquellas banderas. A muchos se nos erizó el vello. Incluso hay una foto de ése momento en la presentación del "pagüerpoin" que colgué.

Un abrazo.

Miss Peras dijo...

Te asiste la razón, Xixarro. Tenemos que buscar entre todos la forma de vencer primero y convencer después, ¿o será al revés? Nunca hubiese creído que la deriva del PSOE y la demencia del Sr. Zapatero me iban a obligar a apoyar a fondo a nuestro PP. Es muy triste tener que elegir en el PP o el Caos; pero ese es el único resultado de la fanática actitud de esos señores...