sábado, 24 de marzo de 2007

Chochez

Supongo que llega un momento en la vida en el que nada, o muy poco, te importa mantener la compostura. Cuando ya está todo hecho, dejas de preocuparte del "qué dirán" y la opinión que causas en tus semejantes pasa a ocupar el valor de un bledo. Tal vez, esa repentina falta de pudor, ese "estar de vuelta", es lo que le ocurre a nuestros mayores cuando les creemos en merma de sus facultades y que nosotros identificamos con la chochez. Y este debe ser el caso de Jesús Polanco.
La atalaya de los años -y de su imperio mediático- le ha permitido destapar el frasco de las esencias saltándose a la torera todo atisbo de prudencia. No le ha importado lo más mínimo posicionarse claramente en contra de media España, hurgar en el franquismo -parte importante de su pasado también-, acusar de "guerracivilismo"... algo impropio de quien dirige mayoritariamente los medios de comunicación en España.
Y no es porque su postura sea la opuesta a la mía, no; es porque este señor no debería apostar por nadie. De todos es sabido el sectarismo informativo del diario El País, "Diario independiente de la mañana" (he encontrado una curiosa aunque antigua referencia aquí), o de la Cadena SER, sus dos principales bastiones. Pero de ahí a posicionarse abiertamente contra un partido democrático que representa a muchos millones de españoles, va un abismo. Una persona que asienta su fortuna en los medios de información debería apostar por la imparcialidad y eso es lo que debieran también buscar sus lectores o radioyentes menos viscerales. La libertad de expresión, a la que aluden los periodistas que maman de la teta polanquista para justificar la micción fuera del tiesto de su empleador, es la misma que sus propios medios le niegan al PP o la que el PSOE quiere machacar con su veto a Telemadrid. La doble moral, el doble rasero, la constante del socialismo.
De la misma forma que el diario ABC ha experimentado una profunda y reciente catarsis por su cambio de línea editorial, no sería extraño que muchos de los lectores de El País u oyentes de la SER, que sólo buscan honestidad informativa, empezaran a abrevar su sed en otras fuentes. Yo seguiré leyendo El País, lo confieso, pues me gusta saber cómo argumenta el enemigo y conocer sus catecismos (es curioso comprobar que lo leído un día en El País se convierte al día siguente en dogma indefectible de sociatas de medio pelo y seudoprogres de taberna).

3 comentarios:

Miss Peras dijo...

Qué razón tienes, Pop, a mí no me es simpático Polanco porque se cargó EL PAÍS hace ya más de 25 años cuando tomó un diario liberal fundado por liberales y lo dejó manos del PSOE. Pero bueno, él sabrá...

Lo inquietante es que Polanco está manjoneando. Lo que decíamos el otro día, ZP es el discurso de la división. La división política, la división de las víctimas, la división judicial y ahora la periodística. Aunque tú y yo llevamos mucho tiempo echando tierra para tapar la trinchera, por cada palada nuestra llega un Zetapista con un bulldozer y abre una zanja que puedes meter dentro la catedral de Burgos. Y nosotros con nuestro cubito y nuestra palita, con cara de tontos... Hemos discutido con gente de nuestro partido diciéndole, "no metas a todos los socialistas en el mismo saco, son nuestros compatriotas, son nuestros hermanos". Lo malo es que estamos tan solitos...
Zapa lo ha conseguido, hemos vuelto a las dos Españas. Que Dios lo perdone, porque yo no lo voy a perdonar.

Anónimo dijo...

No pienses eso ni en broma. Aquí no hay dos Españas, sino una. Eso de que estamos divididos es precisamente el mensaje que el PSOE pretende hacer calar en el electorado, señalando a un culpable -el PP-, y a una víctima -el PSOE-. Acuérdate del discurso de Rajoy el 10 de marzo. Allí le habló a todos los españoles, independientemente de su tendencia política, para apelar al sentido común del desgobierno actual.

Yo no creo que haya una división social, ni la va a haber, afortunadamente. Otros desastres ocurrirán durante este despropósito de gobierno, pero no nos dividirá en dos bandos, como pretende este presidente revanchista y rencoroso.

Al menos tengo fé en esto que te digo.

Mars Upial dijo...

Yo también pienso como Xixarro. Al menos hay que intentar evitar a toda costa que esa fractura, provocada por la insensatez gobernante del PSOE, se materialice. Ni ellos mismos quieren dos Españas. Nadie lo quiere. Aún escuecen esas heridas.

Efectivamente, incluso el discurso de Rajoy fue en esa línea.