martes, 20 de marzo de 2007

Mea culpa

Vengo a confesarme. Sí, soy afiliado y militante del PP y no sólo eso, participo de la vida política de mi barrio con una pequeña responsabilidad municipal que me llena de orgullo y ocupa todo mi escaso tiempo libre.


Pero hoy vengo con un estado de ánimo extraño. Soy padre y hoy ha sido "mi día". También ha sido una fecha especial en mi ámbito familiar por motivos que no vienen al caso. Como solemos hacer los españoles de bien -y los de mal, que pa eso no hay diferencias-, lo he celebrado con una suculenta cenita, familiar claro, en un imponente "comedero" de mi barrio de a 70 euros cubierto. Con un par.


El mismo que me ha faltado para saltarle al cuello al gilipollas que, también muy familiarmente, cenaba en la mesa de al lado. No tendría 25 años pero era el prota de su mesa, de unos diez comensales. Aunque los miembros más canosos de su compañía le rogaban mesura, el mencionado niñato, seguro que al efluvio del estupendo rioja de la casa -un crianza Luis Cañas que yo no conocía pero me ha causado estupenda impresión- no ha dejado de proferir lindísimas y aprendidas -tal vez aprehendidas- soflamas. Me he cansado de escuchar de su linda boquita que si "los asesinos del PP", que si "los hijoputas del PP", que si "la guerra de Irak", que si "las putas banderas de la manifestación", que si Navarra, que si De Juana... y no he hecho nada. Por eso me confieso.


No sé si mi pecado es mortal o venial. Pero con sumo agrado, tras la estupenda tarta de naranja de Blanca (qué manos tiene la condenada), hubiera cogido mi Johnnie con coca, me habría levantado y, dando las buenas noches -lo cortés no quita lo valiente- me hubiese intentado incorporar a la tertulia, más bien monólogo, del gilipollas y su clá familiar. Me sobran argumentos para rebatir sus bocinazos, pero no he tenido el par que mencionaba más arriba, para estropear mi velada familiar y arremeter contra semejante mequetrefe y sus babas. El que me conozca, Miss Peras tú sabes a qué me refiero, sabrá que mi esfuerzo ha sido enorme.


Tal vez lo haya hecho bien. Al menos por el bien de mi compañía familiar. Pero, aún habiendo ignorado a ratos al mentecato, no puedo -ahora que escancio mi último Johnnie con coca en mi casa, ante mi teclado amigo- dejar de acordarme de él. Se me ha escapado vivo...


Aún después de este pequeño regusto amargo, debo reconocer que he tenido una pequeña compensación. He querido empezar este post autotildándome de imbécil y, para ello, he buscado una imagen que ilustrase tal cariñoso adjetivo. He abierto google, he pulsado "imágenes", he tecleado "imbecil", he pulsado "intro" y... entre las primeras apariciones, bajo el epígrafe "imbécil supremo" ha aparecido esta conocida foto. Dios es justo.


Al pulsar sobre ella he desembocado en el blog Liberales Irredentos y he pasado un rato hurgando en él. Os lo aconsejo. Sobre todo la pestaña titulada Pepiño's Place, todo un mosaico de divertidas fotografías de tan peculiar personaje que conseguirán arrancaros una sonrisa.


Ahora estoy un poco más tranquilo... pero el día que pille al niñato pienso darle un repaso dialéctico de los que hacen época. Y es que me sobran argumentos.

5 comentarios:

El Barquero dijo...

A mi lo que me gustaría oir son las proclamas del niñato. Me voy a tener que dar un paseo por el lado oscuro de la blogosfera para saber qué argumentan los que se dicen socialistas.

Hiciste bien, Tío Top, la familia es lo primero y no merece la pena estropear una velada de esas... ¿Dónde dices que se come así de bien?

Miss Peras dijo...

Querido Pop, yo creo que hiciste muy bien. A esos locos no hay que censurarlos sino darles un megáfono para que la gente los oiga bien y sepan luego a quién votar. Cada vez que hablan de "ilegalizar al PP o a la COPE" o dicen que el PP es como la ETA, llenan de votos nuestras urnas. Yo que tú, a ese tío le daba las gracias o le invitaba a una copa.

Tío Pop dijo...

Gracias Barquero, gracias miss.

La verdad es que hoy me siento mejor y lo veo como vosotros. Pero, de verdad, no sabéis lo que me costó anoche estar calladito.

El restaurante "merece la pierna" y ya os diré dónde está... si prometéis invitar. El chuletón se sale, lo llevan a la mesa en una parrilla individual...

Anónimo dijo...

Con Pepiño solo queda sonreir o salir corriendo. De todos modos, es nuestra musa ^^

Saludos liberales

Anónimo dijo...

enhorabuena, mi más sincera enhorabuena, porque yo no me hubiera contenido...