miércoles, 3 de septiembre de 2008

Ibarreche viaja a Estrasburgo

Conocíamos sobradamente el intransigente afán de protagonismo de Juan José Ibarreche, expuesto en su más ridícula desnudez desde que fue investido presidente de la comunidad autónoma vasca en el año 1999. Aquel hombre que creció hablando únicamente castellano y que tuvo que tomar vertiginosas clases de vascuence cuando fue nombrado candidato a la presidencia el gobierno vasco, decidió hace muchos años tomar el camino de la sinrazón mediante una contumaz defensa del derecho de los vascos a decidir sobre su propio futuro sin tener en cuenta al resto de los españoles.

Su manipulación histórica -fiel discípulo de Sabino Arana en la distancia de los tiempos-, su arrogante sectarismo con el que se atribuye la petulante potestad para erigirse en voz de todos los vascos, su desprecio por quienes no comulgan de sus obleas envenenadas y su afán por convertirse en el ilustre vasco que convierta en certezas los traumáticos sueños perdidos en la neblina de Sabino Arana, le han transportado en un macabro tren desde la estación del apoyo implícito a la banda terrorista ETA, pasando por la de la elaboración de un supuesto Estatuto de Autonomía que realmente ocultaba tras sus páginas las hirientes garras de una inadmisible declaración de independencia, hasta la estación de la convocatoria de un referéndum ilegal en el que los vascos decidan sobre la conveniencia de un fin negociado de la violencia de ETA y la consecución de una “negociación de los partidos vascos para alcanzar un acuerdo democrático sobre el ejercicio del derecho a decidir del pueblo vasco“ [sic]. En definitiva, un paso inequívoco hacia la destrucción de la nación española y de los derechos de los españoles en su conjunto.

La última disparatada amenaza de este asesino de las libertades es la de demandar al Estado español ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, sito en Estrasburgo, si el Tribunal Constitucional impide que se celebre su delirante referéndum ilegal. Recurre ahora a la legalidad para proclamar a los cuatro vientos -aquellos que sueñan con poder ondear algún día las vilipendiadas banderas españolas de los ayuntamientos vascos- que, en caso de no permitir la celebración del referéndum, se estarían vulnerando los artículos 9, 10, 11 y 14 del Convenio Europeo de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, aquellos que hacen referencia a la libertad de pensamiento, expresión, asociación y su relación con la participación política que afecta a los partidos políticos. Le deseo buena suerte porque la va a necesitar a sobredosis.

Esta nueva víctima de la tiranía de la Constitución y de las leyes españolas, presidente de la comunidad autónoma vasca porque esa misma Constitución con la que él calza su mesa del despacho en horas de trabajo le ampara como ciudadano de pleno derecho, ha vulnerado sistemáticamente la Constitución de 1978 que jamás ha aceptado como norma suprema votada en referéndum -este legal- por todos los españoles. Es importante hacer repaso de alguno de los artículos que Ibarreche jamás ha respetado y que quedarían incinerados con la culminación de su referéndum. 1.2) “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.” 2) “La Constitución se fundamental en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles (…)” 3) “El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.“ 6) “Los partidos políticos expresan el pluralismo político (…) Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley.” 9.1) “Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico”. 9.2) “Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean efectivos; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, cultural y social.” 14) “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.” 27.2) “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”. 92.1) “Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos” 139) “Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado”.

A esta serie de artículos, que no están todos los que son ni son todos los que están, habría que añadir con especial relevancia aquellos de la Ley Orgánica 2/1980, de 18 de enero, sobre Regulación de las Distintas Modalidades de Referéndum, que afectan directamente a la consulta ilegal que quiere realizar Ibarreche a los vascos. Serían, en resumen, los siguientes: 2.1) “La autorización para la convocatoria de consultas populares por vía de referéndum en cualquiera de sus modalidades, es competencia exclusiva del Estado.” 2.2) “La autorización será acordada por el Gobierno, a propuesta de su Presidente, salvo en el caso en que esté reservada por la Constitución al Congreso de los Diputados.” 2.3) “Corresponde al Rey convocar a referéndum, mediante Real Decreto acordado en Consejo de Ministros y refrendado por su Presidente.”

En base a los artículos anteriormente citados, ¿qué pretende Ibarreche demandado al Estado español ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos? ¿De verdad cree que su protesta irá más allá de un concierto de risotadas que podrá escucharse a lo largo de los canales de Estrasburgo? Quizás me equivoque en mis apreciaciones, pero los artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales que supuestamente se verán vulnerados por la futura negativa del Tribunal Constitucional, no encuentran parangón alguno con las quejas del mártir Ibarreche. Veamos de nuevo: ¿se vulnera su libertad de pensamiento? Que piense lo que bien le apetezca de puertas para dentro, mientras habla con sus allegados o en las nauseabundas tabernas que frecuente, pero que acate la Constitución y las leyes, que no vulnere él los derechos elementales de los vascos y, por tanto, españoles, y que no convoque un referéndum ilegal. ¿Se vulnera su libertad de expresión? Exactamente igual que en la respuesta anterior. ¿Se vulnera su libertad de reunión y de asociación? A la vista está que no, pues todavía en España siguen permitiéndose partidos políticos que, aun siendo claramente explicado en el artículo 6 de la Constitución, traten de socavar los cimientos de la nación española. ¿Se le discrimina por razón de lengua, sexo, raza u opinión política? A la vista está que tampoco, puesto que, aun tratando de defenestrar España, se le permite seguir siendo presidente del gobierno vasco.

Más bien, si a alguien habría que denunciar por vulnerar los derechos de los vascos y, por tanto, de los españoles, es a usted, sin duda, porque son ellos, sí, a los que no permite levantar un negocio en castellano, a los niños contra los que a diario arremete impidiéndoles estudiar en castellano, a las víctimas del terrorismo que usted no da aliento, quienes son auténticas víctimas de sus políticas liberticidas. Vaya a Estrasburgo, no se amedrente. ¿No recorría Don Quijote los campos castellanos tras sus sueños?

2 comentarios:

Tío Pop dijo...

Buen artículo Amadópolis, veo que vuelves con fuerza de tus vacaciones.

Por desgracia, pese a tu clara exposición, las cosas también tienen otros puntos de vista y son los que va a intentar explotar Ibarreche en Estrasburgo. No olvidemos que allí encuentran eco a menudo los proetarras cuando lloran por la opresión del estado español al pueblo vasco. Es el mundo al revés pero es así. Siempre me ha llamado la atención que dos abogados puedan esgrimir el mismo código penal para arguir la inocencia o culpabilidad de un "presunto", los mismos artículos enfocados desde puntos de vista distintos. Por eso no estoy yo tan seguro de que Ibarreche no consiga lo que quiere con su pataleta: publicidad.

Está bien que cites al descerebrado de Sabino Arana pero lo que toda esta panda de separatistas -pues no son otra cosa- ocultan a sabiendas es que aquél personaje al que tanto deben, experimentó una "conversión" postrera. Busca las referencias y encontrarás cómo el propio Sabino renegó de su mensaje y se "españolizó". Le llegó tarde la coherencia pero, al menos, le alcanzó.

No creo que pase lo mismo con Ibarretxe y sus seguidores que aunque caigan del caballo no reaccionarán. Podían tomar ejemplo de su Sabinito.

Anónimo dijo...

Tio Pop, supuestamente Sabino Arana se arrepintió de ciertas de sus teorías en su última etapa de vida. Pero históricamente no queda tan claro que fuera, como tú dices, un proceso de "españolización" o una simple treta para extender su mensaje, engañar al Gobierno y hacer explotar la nación española desde diferentes puntos.

Sea como fuere, el tío Sabinito (nada que ver con tu sobrenombre) también se dedicaba a esto de darse a conocer por el mundo. Recuerda los telegramas a Roosevelt y Salisbury haciéndose un poco la víctima y dando su apoyo a la causa independentista.

En fin, yo sigo pensando que en Estrasburgo van a reírse de él en cuanto aparezca. Quizás le confundan con el personaje de Star Trek y pase a engrosar las vitrinas de un museo en Francia. Nada que ver con su preciado RH-.

Un abrazo.