lunes, 11 de junio de 2007

Reformas necesarias II

La Justicia y la Administración de la misma, en España, necesitan una reforma profunda y urgente, algo que el PSOE no tiene intención alguna de acometer y que tampoco emprendió el PP cuando gobernó. El código penal que arrastramos hoy, sí, arrastramos, data de 1995, de la última etapa del gobierno de González. No es antiguo, por tanto, pero se ha mostrado una herramienta inútil para el ordenamiento actual.

Vaya por delante que Tío Pop es un lego en la materia, en plena segunda acepción del vocablo según la Real Academia Española y que no es otra que "falto de letras o noticias". Así pues, lo que ahora escribo no es en absoluto técnico ni fruto del estudio o conocimiento, es el cabreo de un ciudadano "de a pie" que no entiende algunas cosas. Muchas cosas. Demasiadas cosas.


Es lógico pensar que si el código penal de 1995 no funciona haya que modificarlo. Así se ha hecho nada menos que en veinte ocasiones desde entonces. Tanto remiendo, seguramente necesario por el propio devenir de los acontecimientos, por el propio día a día, hace pensar que aún queda mucho por zurcir y este pobre código penal es más una pena que un código.


La tradición democrática española, por eso de que salíamos de un período absolutista, se esforzó en resultar garantista con el reo, con el infractor de la norma, con el ladrón, el asesino y el terrorista. Y digo yo que ha de ser así, por supuesto, pero nunca en detrimento de las garantías de quien no delinque. No podemos seguir consintiendo que robar y matar en España resulte "tan barato" como afirman las mafias extranjeras argumentando que nuestro país es un paraíso para ellos y así nos va. El endurecimiento de las penas es una necesidad. Si no es educativo o rehabilitante para el infractor, al menos es sedante y tiene una parte de consuelo para la víctima o sus familiares. No se puede consentir que una madre se enfrente en la calle al asesino de su hija apenas cuatro años después de enterrarla, o que se conceda la libertad a un violador múltiple con la certeza de que no está rehabilitado, o que un extranjero con dieciocho antecedentes por robos violentos siga deambulando por nuestras calles hasta que acaba matando al primero que se le cruza, o que...


Por un lado, por tanto, es necesario un código penal nuevo o una reforma profunda del mismo que endurezca las penas y que no contribuya, como el actual, a que nuestro país sea un edén para el delincuente. Pero tan importante o más es la reforma del Sistema Judicial y la Administración de Justicia.


Los jueces se quejan de que las leyes y códigos vigentes no les dejan hacer otra cosa. Nosotros nos quejamos de que ellos las apliquen de forma que los delincuentes, es frase manida, lo sé, entren por una puerta y salgan por la otra. Si los jueces no pueden ser más duros con los instrumentos que tienen en sus manos es evidente que hay que dotarles de otros instrumentos.
Y, de una vez por todas, el poder judicial ha de independizarse definitivamente del poder político. No se puede consentir que un Fiscal General del Estado actúe como una marioneta del Gobierno, impidiendo o favoreciendo los procesos judiciales en función de intereses políticos. No se puede consentir que existan "Jueces estrella", jueces mediáticos cuyo mérito es también servir a unas siglas, eso sí, con la Ley en la mano. No se puede consentir que el nombramiento de los jueces de un alto tribunal sea objeto de pactos o imposiciones entre partidos políticos.


Tras treinta años largos de democracia, ésta es aún muy joven y le queda mucho camino por recorrer. Pero no entrará en la madurez hasta que esta reforma judicial, tanto del código penal como del sistema de administración de la justicia, sufra una profunda reforma que lo endurezca y lo independice definitivamente.

13 comentarios:

Miss Peras dijo...

Impecable, Pop. Yo añadiría que llevamos 30 años de democracia con reparos, y es que hay un lugar de España que ignora qué es la democracia porque, precisamente, los malos controlan la sociedad. Me refiero al País Vasco, claro está, donde la UNED y la UPV regalan títulos y cátedras a lo peor de la hez y asesinos convictos son celebrados como héroes populares. Por eso no podemos gargarizarnos con el "éxito" democrático. Es un éxito en Madrid, pero no en todas las provincias. Y la debilidad con el delincuente es PRECISAMENTE, la mayor amenaza sobre el conjunto del sistema.

Xixarro dijo...

No mezclemos temas. Simplemente digo que es cierto que jueces y fiscales no tienen medios (ganas ya no sé) para trabajar y hacer que la justicia no sea una palabra esculpida en muros y salas de tribunales sino algo lleno de significado. Y policías y guardia civil deben tener más autoridad y mejor entrenamiento, para enfrentarse a una chusma creciente que va armada hasta los dientes y que conoce el manejo de las armas y múltiples tácticas de hurto y evasión.

Muchas cosas han de cambiar, sí, pero empezando por los tribunales. ¿Por qué al poder judicial no se le elige mediante sufragio universal? ¿No sería ésta una propuesta práctica?

Butzer dijo...

Lo que hace falta es eso, reformar. Una reforma que garantice la verdadera independencia del poder judicial, por poner de ejemplo. Ya hemos visto como han manejado los márgenes actuales legislativos para "facilitar" el llamado proceso de paz.

Miss Peras dijo...

Querido Xixarro, si se eligiesen los jueces por medio del sufragio universal, en el País Vasco tendríamos a Iñaki de Renteria de Juez de Paz... Qué sí.

Xixarro dijo...

Estimada Miss Peras, creo que habría que poner unos límites para nombramientos de jueces y magistrados, además de que, proponiendo ese cambio en el sistema electoral, debidamente adaptado, evitando esos conglomerados de votos por núcleos de población, evitaríamos jueces o magistrados con posibles tendencias políticas secesionistas o sesgadoras o como quiérase llamarlo. Aún así, el riesgo de que un magistrado o juez resulte tendencioso en su juicio sería supervisado por cortes de rango mayor. No sé, no lo veo tan malo. A priori.

Tío Pop dijo...

A ver, que os estáis liando.

Lo que yo he querido transmmitir es que son dos las reformas absolutamente necesarias. Por un lado la del propio texto legal, la del código penal, que hay que endurecer sin dilación. Por otro la del sistema de elección de jueces y fiscales en determinados estamentos, no en la judicatura en sí.

Ya sabemos todos que los jueces llegan a ello a través de una dura oposición. No debemos olvidar, por tanto, que son funcionarios públicos. Luego, las amistades e influencias de cada uno, amén de algo de suerte, seguro, harán que la carrera de cada togado se encamine hacia una u otra meta o destino.

No veo que los jueces del Tribunal Constitucional, del Supremo, del Superior de Justicia, tengan que ser elegidos por sufragio y desde luego nunca universal. Es justo lo contrario, los jueces han de ser anónimos y nada de grandes estrellas mediáticas como son algunos ahora. Otra cosa es que fuesen elegidos entre ellos mismos, de la misma forma que se eligen los representantes sindicales dentro de una empresa. Ése sería el único sufragio que podría admitir.

Ya he dicho en el texto inicial que no soy, ni mucho menos, erudito en temas judiciales. No sé, por tanto, cuál es la solución. Sólo planteo que son esos dos problemas los que hay que solucionar y que la gente llana reclamamos que así se haga cuanto antes. Cómo hacerlo es un diseño de otros, no mío.

Miss Peras: es cierto que la democracia no es igual en toda España pero el tema es mucho más denso que el meramente judicial que yo quería plantear en este post. Con independencia de que nos hallemos en Murcia o Baracaldo, las leyes y los jueces han de ser cortados por otros patrones.

Xixarro: la policía y la guardia civil están aún más indefensas que el resto de los ciudadanos. Han de enfrentarse a los delincuentes y actuar siempre con guante blanco, no pueden deslizarse, pues su actuación es mirada con lupa. No digo que no deba ser así, pero no debe perderse ni un ápice en contundencia, algo que ahora mismo no existe. ¿Crees que experimenta el mismo respeto un policía municipal de cuenca que otro de New York? ¿Por qué los delincuentes se cagan patas abajo allí cuando ven un policía cerca? Aquí se ha perdido toda autoridad porque los gilipollas de los abogados defensores, amparados en ese código penal garantista con el delincuente, irán a machacar al policía en cuanto su "defendido" sufra un rasguño, aunque se lo haya hecho él mismo arrancándose un padrastro. Hemos perdido en efectividad y nuestros agentes ya "no se la juegan" ante delincuentes que saben que matar es barato y que, probablemente, salgan muy rápidamente por la puerta de atrás de la comisaría. En cuanto la policía se viese amparada por esas leyes duras y garantistas por igual con delincuentes, agentes de la autoridad y ciudadanos, verías cómo cambiaría el cuento. ¿Haría falta detener a un hijo de puta 18 veces antes de que matara a alguien? ¿A que no? Y que nadie piense que los métodos que propugno son los que estamos descubriendo de los Mossos de Cataluña. Lo que está mal hecho está mál hecho y eso no es admisible. La dureza, la autoridad y la oportunidad sí. Y creo que se me entiende.

Butzer: absolutamente de acuerdo. La independencia del poder judicial es primordial para que podamos creer en nuestra democracia. No sé cuál sería el método para conseguirla, pero hay que buscarlo.

Muchas gracias a los tres por vuestros comentarios.

Miss Peras dijo...

El ejemplo del caso vasco lo he puesto como ejemplo de total disfuncionalidad. Allí los malos mandan, luego el sistema fracasa. ¿Por qué fracasa? Porque las élites fracasan, al no asumir la condición ejemplarizante. Los jueces son élite, son el punto de referencia por antonomasia.Si los jueces no creen en sí mismos como grupo, ya han fracasado por adelantado.

Anónimo dijo...

Estoy muy de acuerdo con Miss Peras.
Efectivamente, si las élites fracasan...estamos perdidos. Por eso y al hilo de otra de las reformas necesarias -LA EDUCACIÓN-, es fundamental formar bien: a base de esfuerzo, recuperando los valores perdidos..., educar a los que el día de mañana se convertirán en las "nuevas élites".

Tío Pop dijo...

Pues, de acuerdo totalmente Miss Peras, cuando alguien pertenece a la élite debe asumir su papel y sus responsabilidades y no estar sólo para lo que les conviene. Cuando tú y yo lleguemos a "élites", que ya queda menos, nos encargaremos de ejemplarizar de lo lindo, ya verás.

Stardust, el tema de la EDUCACIÓN es el que quiero tratar en la próxima entrega de "Reformas necesarias". Es evidente que la mayoría tenemos claro todo aquello que hay que "retocar", lo importante es el enfoque que se le dé a la reforma. Anímate y publica tú una entrada a propósito, seguro que lo tratas estupendamente y yo busco otra "Reforma necesaria".

Miss Peras dijo...

Ajajá, Stardust, ¿creías que ibas impunemente a comentar los trabajos ajenos y escaquearte de publicar tus propias entradas? Pop te ha lanzado un guante, yo te lanzo otro. Así que ¡ánimo!

Anónimo dijo...

Vale, vale, chic@s...
Lo que pasa es que vosotro@s sois tan bueno@s, que me da corteee!!!
Además, tengo que ponerme a pensarlo despacio y como últimamente no me dejan pensar...
Paciencia, que pronto lo tendréis...

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el artículo, Tío Pop. Verdaderamente acertada tu exposición. Un saludo.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el artículo, Tío Pop. Hay mucho de cierto en tu análisis. Un análisis que me parece de necesario estudio en estos momentos que corren. Esperemos que pronto -asunto que me cuesta creer- se acometan las reformas necesarias para que no se den hechos como los que explicas en tu artículo. Un abrazo.