sábado, 5 de mayo de 2007

Reformas necesarias I

Si este blog, como indica su pretencioso título, es un espacio de debate permanente, tal vez debamos empezar a tratar temas que en la calle son una constante y que "nuestros mayores" silencian también de forma constante. Seguro que razones tendrán para ello pero nosotros, las bases, podemos permitirnos el lujo de opinar sin miedo a la segura metedura de pata. Y más en un espacio anónimo como este. Entiendo que cualquier contribución siempre es un nuevo matiz, un nuevo punto de vista que ayuda y aporta variedad.
En sucesivas entradas (no prometo frecuencia pero intentaré no demorarme demasiado) trataré diversos temas que, según mis cortas entendederas, son cuestiones pendientes en la agenda de nuestro ejecutivo, de quienes tienen la responsabilidad de gobernar. El orden es aleatorio, no es más importante el primero que los sucesivos. Os invito a que debatáis sobre ellos, a que os sintáis libres de aportar vuestra visión personal. Incluso a que aportéis vuestros propios temas.
Y comienzo, por ejemplo, por el SISTEMA ELECTORAL ESPAÑOL. Es cierto que el tratamiento y el desarrollo de las jornadas electorales en España son un ejemplo democrático imitado en muchos otros países. Si no habéis participado en ningún proceso electoral "desde dentro" os invito a que lo hagáis como interventores o apoderados. Es una experiencia muy gratificante y ayuda a creer en la democracia, os lo aseguro.
Pero, si nuestra LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General, de 1985, modificada en sucesivas ocasiones: 1987, 1991, 1992, 1994, 1995, 1997, 1998, 1999, 2002, 2003, y, previsiblemente, las que le quedan...) no deja escapar ningún aspecto y es un ejemplo de constante evolución democrática, no es menos cierto que existe otro planteamiento paralelo que cuestiona muchos principios.
Y me explico. A nadie le escapa que la llamada transición fue un momento esencial en el desarrollo de nuestra democracia, fue su nacimiento mismo. El gran papel que entonces jugaron Adolfo Suárez e, incluso, el entonces reciente Rey Juan Carlos I, fue fundamental en esos primeros años. La voluntad de consenso fue esencial y la necesidad del mismo también. Pero hoy algunas de estas necesidades ya no lo son y no deberían mantener su vigencia ya que, incluso, constituyen un freno a nuestro desarrollo democrático.
Si entonces salíamos de un largo período de totalitarismo y la voluntad de aquellos políticos fue la de aunar y que ninguna minoría pudiese sentirse al margen del proceso, hoy no podemos permanecer hipotecados precisamente por ese protagonismo impropio de las minorías.
No tiene ningún sentido que partidos minoritarios y regionalistas disfruten de más peso y escaños que otros de implantación nacional y muchos más votos. El meollo de la cuestión aparece en los artículos 162 y 163 de la mencionada LOREG. En el primero se establece una complicada relación provincial de reparto de los escaños nacionales en función de la población de cada provincia. El art. 163 corresponde a la aplicación pura y dura de la ley de proporcionalidad de D'Hont para la atribución de los escaños dentro de cada provincia. Especialmente interesante es el epígrafe a) de este artículo 163 que estipula que "no se tienen en cuenta aquellas candidaturas que no hubieran obtenido, al menos, el 3 por 100 de los votos válidos emitidos en la circunscripción".
Si este criterio es válido para una circunscripción, ha de serlo también para el cómputo de todo el territorio nacional que no es otra cosa que una gran circunscripción. La aplicación de esta regla sería significativa: en las elecciones del 2004, sólo CiU hubiera pasado esta criba (3,23% de los votos nacionales) pero partidos como ERC (2,52%, 8 diputados) o PNV (1,63%, 7 diputados), no tendrían representación en el hemiciclo. Para que las lindas posaderas de un diputado descansaran sobre un escaño de la Carrera de San Jerónimo harían falta muchas coaliciones entre estas minorías y sólo podrían lograrlo en grupos mixtos que, entonces sí, se acercarían más a la voluntad real del electorado español (repasad el resultado de las últimas elecciones generales desde esta óptica).
Como decía más arriba, no parece lógico que partidos de ámbito regionalista puedan restar representación a otros de implantación nacional. Especialmente sangrante le parecerá a los votantes de IU que con prácticamente el 5% de los votos nacionales sólo consiguieran 5 diputados. Al menos a mí me parece un escándalo. El Congreso de los Diputados es una cámara nacional y en ella han de sentarse los que los españoles decidamos en todo el territorio. Las minorías habrán de tener su protagonismo en los respectivos parlamentos autonómicos, que para eso están, pero nunca pueden erigirse en árbitros de la política nacional, como viene sucediendo en la actualidad. La inmensa mayoría del electorado español no quiere que su voto se vea cautivo de estas minorías.
Como veis, sólo me he centrado en este único aspecto pero el sistema electoral español también está necesitado de otras muchas reflexiones a propósito de otras tantas cuestiones: ¿Debe gobernar siempre el más votado? ¿Son "lícitas" las coaliciones postelectorales que relegan a la opción más votada a la oposición? ¿Deberían implantarse las listas abiertas? ¿Es más justo un sistema de primarias en el que se van eliminando los menos votados en sucesivas vueltas como estamos viendo en estos días en nuestros vecinos franceses?

7 comentarios:

El Cerrajero dijo...

Rajoy prometió que en el PP se iban a poner las pilas, pero yo sigo sin verlo.

Xixarro dijo...

Tú ya conoces mi opinión a este respecto, que tuve ocasión de publicar en tu blog (o fue en el mío, no recuerdo). Creo que es hoy en día la primera necesidad de nuestra democracia, ya que estamos viviendo auténticos esperpentos nacionales. Es como si nos gobernaran "desde fuera", en el sentido de que no se hace de cara a los intereses generales de España, sino para los intereses políticos particulares de algunas regiones. Y eso es grave.

Pero tengo que anunciarte una buena noticia: creo que me ha tocado participar nuevamente en una mesa electoral, aunque no te lo puedo asegurar en qué grado. Posiblemente suplente, ya que participé como presidente de mesa en un colegio electoral cuando el PP ganó las elecciones por vez primera. Si es así, aún como vocal, igual traigo suerte a vuestro partido (y al país, por supuesto).

En fin, perdona la pequeña broma. Espero madurar algún tema para publicarlo prontamente.

Saludos.

Miss Peras dijo...

Pues sí, sapientísimo Pop, es difícil decirlo mejor ni más clarito. Todos y cada uno de los puntos que subrayas son particularmente interesantes y además documentados.El sistema francés también tiene sus defectos, claro está. Cuando en la primera vuelta se disipa el voto en muchas formaciones puede suceder lo impensable, como ocurrió en 2002, cuando Francia tuvo que elegir entre Chirac y... ¡Le Pen! La culpa no era del sistema sino de los partidos, que no supieron valorar las consecuencias de la dispersión de sufragios. En realidad, todo sistema electoral es insuficiente cuando los partidos están en manos de chiflados, lo que es el caso hoy en España, en lo que se refiere al PSOE. Yo estoy contigo: el sistema español potencia a la anti-España. Lo que está por ver es que pudiéramos imponer una reforma no tanto por el talante contrario de los independistas como por el hecho -que tenemos que aceptar- de que nuestra Ejecutiva Nacional anda sobrada de eunucos, y no digo eunucas porque es un contrasentido. ¿Tú te imaginas a SSDS que nunca dice "España" sino "Este País" defender la unidad de nuestra patria? Un amigo mío estuvo en Alicante hace unos días, y estaba todo en valenciano. Ahí gobernamos nosotros desde hace mucho, y en Galicia durante años, y sin embargo son zonas entregadas a los enemigos de España y de lo español. Recuerda que la "inmersión lingüística" de Cataluña, es decir, la prohibición práctica del uso y enseñanza del español, se hizo en tiempos de Aznar... Rajoy ha dado los primeros pasos al revindicar la bandera y decir "Viva España", ahora hay que entresacar la mala hierba de nuestra Ejecutiva y poner a gente que tenga convicciones. Pero eso exigiría una estructura democrática de la que nuestro partido carece. Por eso vamos a perder las generales, que a pesar de la ayuda de Zapa no hay forma de subir en las encuestas.

Miss Peras dijo...

Por cierto, que de pretencioso título nada. Este es el verdadero Congreso del PP, porque aquí están representadas sus fuerzas vivas y puede participar quien quiera. Los otros Congresos, esos sí que están más fiambres que la mojama...

Mars Upial dijo...

Querida Miss.

Este será un congreso permanente, no lo dudo, y en él participarán las bases, lo que le convierte en algo positivo. Pero no olvides que los congresos "clásicos" no sólo están bien vivitos sino que son también esenciales.

De la misma forma que los políticos "pata negra", los de la parte alta de la pirámide, no son nadie sin sus bases, nosotros tampoco somos nada sin ellos.

Y espero que, entre tus virtudes que adivino muchas, no esté la adivinación y te eqivoques de pleno en lo de no ganar las generales. Vamos pasito a pasito, municipales y autonómicas primero, y luego ya veremos.

Un beso.

Miss Peras dijo...

Gracias por tus besos, Pop. Sí, es posible ganar las municipales y las autonómicas, en algunas Comunidades, y espero que sea en Madrid. Quiero ser optimista; necesito ser optimista.
Pero no entiendo que Génova no sepa aprovechar ese regalo del cielo que es Zapa. Su errática política exterior, su fanatismo, su empeño en resucitar la Guerra Civil, su obesión por arrinconar y satanizar los millones de españoles que se encuentran representados en el PP, su manía de apuntarse a modas tan absurdas como entregar niños a los gays, su rendición ante ETA, lo del Estatut, lo del agua y los trasvases... Mira, con la mitad de las que ha hecho, teníamos que estar veinte puntos por delante en las encuestas. ¿Qué pasa? Pues algo pasará, ¿no? Ya se dan bastante coba entre ellos nuestros jefes como para que además tengamos que bailarles el agua. Rajoy me gusta porque da una sensación de fuerza apacible; Aguirre me estimula porque es un animal político y no han conseguido ridiculizarla; Camps dice "España" cada diez palabras, y eso me encanta, pero no hay mucho más salvable y María San Gil, la formidable María, se nos jubiló por cuestiones de salud. Que se pongan las pilas, que si no el que va a durar como el conejito de Duracell es el Zapacero.

Xixarro dijo...

Ésa es la mejor reflexión que he visto en este blog hasta la fecha.

Al tanto que, si haciéndolo tan mal este gobierno, no hay una opinión pública contraria manifiestamente visible, algo pasa.

Bases, cúspides... aplíquense el aviso, que algo pasará.

Yo tengo la misma preocupación que Miss Peras, y probablemente su misma perplejidad.

¿Soberbia? (por parte de unos pocos) ¿Autocomplacencia? (quizá muchas palmaditas en la espalda entre unos cuantos) ¿Exceso de confianza? ¿Excesiva moderación en el discurso? (aquí no lo creo)

...algo pasa... A ver las autonómicas y locales....