domingo, 13 de mayo de 2007

LA COHERENCIA FRENTE AL OPORTUNISMO.

Cercanas ya las fechas de elecciones autonómicas y municipales en la mayor parte de España, la impaciencia crece en mi interior y el afán por saber el resultado de estos comicios y si van a representar un cambio de tendencias en el pensamiento político del ciudadano español me corroen por dentro “como un ratón fabricando queso gruyere”. Está claro que no hablamos de unas elecciones generales, que han sido quizá el asunto más generalmente tratado en este foro. Son elecciones de menor rango, pero no menos importantes. En éstas, los motivos por los cuales se vota a uno u otro partido son diferentes a los motivos que uno tiene cuando quiere decidir sobre el Gobierno de la Nación. Y si son diferentes los motivos por los cuales uno va a votar, también son diferentes los motivos por los cuales los políticos -algunos- acuden con formaciones electorales nuevas, casi todas, me aventuraría a decir, con el nombre de “independientes”. Yo me pregunto: ¿independientes de qué o de quién?. ¿Cómo nacen estas formaciones y qué objetivos buscan? Por la experiencia que tengo, en materia laboral, habiendo tenido la oportunidad de ver cómo se constituyen algunas de estas formaciones políticas y añadiendo a ellas la antaño famosa G.I.L. (Grupo INDEPENDIENTE Liberal), que no buscó otra cosa que la fama y fortuna propias y han dado suficiente trabajo a jueces y magistrados para unos cuantos lustros, y respetando en todo momento la libertad de ideas en España, no puedo hablar bien de ellas. Veo intereses personales ocultos que no beneficiarán en nada al ciudadano. Empecemos “por partes”:

En primer lugar defiendo, porque ese es su valor, la libertad de ideas en España. Esta libertad de ideas puede ser plasmada, gracias a la Constitución, en forma de partidos políticos de cualquier índole, dentro de unas normas comunes que dicta la Carta Magna. La libertad de ideas puede ser expresada en forma de corrientes ideológicas dentro de un partido también. No es necesario que se convierta en un grupo político propio. Claro que, salvo el PP, en otros partidos y especialmente en el PSOE, esta libertad de ideas se convierte en una guerra de intereses particulares abiertamente demostrada y debidamente maquillada cuando se presenta a la opinión pública. Dado que salvo el PSOE e Izquierda Unida, no existen otros “grandes” partidos políticos en España, en los otros casos hablamos de partidos regionales (nacionalistas), cuyos fines nunca son favorecer a España. Es más, la atacan. Pero fijémonos en el caso del PSOE, que tiene distintos grupos políticos interiores, como son el gallego, el valenciano, el catalán, el vasco, el andaluz, etc. Sus diferencias, manifiestamente visibles, zarandean la política española como paquebote a la deriva en medio de una tormenta. Y las consecuencias las pagamos todos.

En segundo lugar: ¿Y qué ocurre en el caso de unas autonómicas o en unas locales? La afloración de partidos “independientes” últimamente han partido de la derecha española. Es decir, que son migajas que se le han “caído” al PP. Y es al PP a quien buscan hacer daño. Otra vez. Esa consigna de “todos contra el PP” a veces parte de dentro del propio partido. Por gentes que no buscan el beneficio de los ciudadanos a quienes quieren representar, sino por rencillas internas de búsqueda de poder. Esa búsqueda de poder particular que he visto citada en algún post de este foro. ¿Qué consiguen con estas escisiones? Yo vi un ejemplo muy claro en un municipio donde trabajo: el desgobierno total, pactos “contra-natura” de formaciones que antaño se tiraban de todo menos bondades, subida de sueldos, aprobación de planes de recalificaciones de suelo interesadas, etc. El ciudadano que les votó se arrepintió de inmediato, visto el resultado obtenido pero ya nada podía hacerse. En el caso que yo conozco, el reparto de concejales fue de 5, 5, 5, y 1. De esos grupos de cinco, uno de ellos era una escisión del PP que pactó con el otro grupo de cinco, que eran del PSOE. ¿Se puede ser más incoherente? Sin embargo y pese al descontento que causaron tras las elecciones ahora acechan nuevamente para captar su voto y, como ya sabemos, el electorado a estas alturas puede estar escaldado por un motivo u otro y no hay terapia mejor contra el cabreo que echar babas contra alguien. Y si tienes a alguien que te encauce tu rabia, mejor, porque te lo ponen más fácil.

Esto traerá como consecuencia que en los ayuntamientos, sobre todo, haya un reparto de concejales y ninguna mayoría absoluta. Como resultado de ello, pactarán entre sí grupos políticos “independientes” de programas electorales diferentes, ¿con qué fin?

Antes de saberlo, creo mejor evitarlo. Ya se sabe: mejor prevenir que curar. Y por ese mismo motivo animo al electorado de derechas que no se deje llevar. El partido que le representa es el PP. Lo hará mejor o peor, pero para eso están los Plenos Municipales, a los que usted y yo podemos acudir y participar mediante nuestros representantes o con nuestra presencia. Los concejales y alcaldes son gente próxima a los que uno puede hablar tomándose un café en un bar, o reuniéndose con ellos en su despacho. No se deje llevar por esos nuevos amigos que le salen por el camino. Solamente buscan su propio beneficio, nunca el suyo.

Lo que suele ocurrir en un ayuntamiento cuando se disgrega tanto el voto y ocurren casos como el que yo he visto, es que no existen las mayorías absolutas y, las simples no suelen funcionar muy bien si las representa el PP (“todos contra el PP”, recuerden), y sin mayorías no hay gobierno. Nunca verá prosperar su municipio sin una mayoría absoluta. No se aprobarán presupuestos y no se pagarán deudas a pequeños proveedores, no se aprobarán planes de mejora municipales por las diferencias entre programas electorales ni habrá una representatividad municipal estable en ningún momento.

En definitiva, no caiga en el error de votar a otro “que se le parece al PP”, porque no existe ese parecido ni se intenta. Solamente buscan su voto.

2 comentarios:

Tío Pop dijo...

Has tocado el meollo de la política municipal: la cercanía de los representantes políticos a los ciudadanos, a los vecinos.

Aunque conozco lo que comentas, las escisiones (yo también podría contarte varias cositas de algún municipio madrileño...) es cierto que me muevo, políticamente hablando, en Madrid capital, un territorio "sin escisiones", pero también con sus particularidades.

Estoy de acuerdo contigo en que los representantes municipales son los más cercanos a la gente. Lo vivo día a día. Y los vecinos que se acercan a sus concejales así lo ven también. Tal vez, en una ciudad como Madrid, el Alcalde no sea tan accesible como tú cuentas, pero los concejales sí lo son, te lo aseguro.

Y volviendo a los "independientes", es cierto que en nada beneficia votar a esas candidaturas que, en muchos casos, obedecen como bien apuntas al oportunismo. Vamos a ver si cambiamos el "todos contra el PP" por "todos a votar al PP". No estaría mal...

Un abrazo.

Miss Peras dijo...

Yo me muevo ahora por Madrid, pero antes estuve en un pueblecito del País Vasco, Fuenterrabía, al que ahora llaman Hondarribia, y a cinco metros de mí le pegaron un tiro al portero del hotel Colón.
Mira, la razón principal para votar para el PP no es que Gallardón salga en la portada de Zero, o que se venda a Prisa por treinta monedas, que si por mi fuera antes le voto a la Baronesa Thyssen o al Chaval de la Peca. La razón por la que le voto al PP -y, por cierto, le he votado ya a Gallardón, por correo- es que se trata hoy por hoy del único partido en defender España y en apoyar sin condiciones a las víctimas del terrorismo. Lo demás me trae al fresco. Lo mejor del PP, María San Gil y los concejales del PP en los pueblos del manicomio vasco. En lo que a mí respecta, echaba a toda la Ejecutiva Nacional del PP y la sustituía por las valientes y los valientes que se presentan allí. Tú aportas tu tiempo al Partido, yo colaboro un poco. Pero esa gente aporta mucho más: el valor frente al miedo, la posibilidad de que te maten. Algunos ya lo han pagado con su vida. Los admiro porque yo sería incapaz de hacer lo que hacen ellos.