martes, 10 de junio de 2008

SIENTO VERGÜENZA DE SER ESPAÑOL


Pues sí. Pese a mi sentimientos (¿patrióticos, nacionalistas, ciudadanos?; califíquese como se quiera).


No quiero hablar en caliente. Pero siento una profunda vergüenza de haber nacido y de vivir aquí. Pero no quiero hablar en caliente. Bastante es con decir algo como digo.


Y no lo digo ni por razones históricas, ni por hechos recientes que hayan tenido lugar por mi obra o por la obra de terceros.


Lo digo por la corrupción moral de la política gubernamental. La del Partido Socialista. Y por la inmoral actuación de los partidos nacionalistas. A estas alturas, ya solamente me queda resignarme y esperar a que haya un cambio de gobierno y de partido y que éste no se corrompa como lo hace el PSOE.


Pero mientras tanto, aguantaremos marea.


Un día iré, con tiempo y más calma, pondré argumentos que me justifiquen.


Pero ahora, miembros y miembras de este blog, continuaré con mi cotidiana vida.


¡Ay, madre mía, a dónde hemos ido a parar!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto con Franco no pasaba

Tío Pop dijo...

Xixarro, amigo, creo que exageras un poco. Entiendo tu malestar pero no debes nunca sentir vergüenza por lo que eres, y mucho menos por ser español. Puestos así, más bien deberían ser otros los que sintieran vergüenza de mancillar tan bella condición gentilicia.

Me llama la atención, sin embargo, que hagas uso por dos veces de la moral... o su ausencia. Hablas de "corrupción moral" e "inmoral actuación". Tú que me conoces, que has charlado conmigo y que has leído muchos de mis escritos, habrás notado que es una constante en mis afirmaciones: la izquierda campa a sus anchas por la más profunda inmoralidad disfrazándola de progreso libertario. Y así nos va.

Pero el problema no son sólo ellos, los inmorales que viven acurrucados en esa miseria, el mayor problema lo constituyen los millosnes de votantes que están dispuestos a ampararles y fomentar tales desmanes. Dicen que no hay dos Españas pero yo creo que sí. No son dos Españas divididas en rojos y azules, ni en fachas y progres, qué va, son dos Españas más profundas: la moral y la inmoral.

Un abrazo.