
Zetapé, ahora conocido por el Zejas, participa de ese encantador defecto de pérdida de memoria que a todo gobernante inepto le afecta, tarde o temprano. Ayer, sin ir más lejos, me enteré de que el
New Flame, semihundido frente a las costas del Estrecho hace siete meses, se ha hundido y ha desparramado su fuel y su petróleo sobre las costas de Algeciras. Me acordé del Prestige y de la desastrosa gestión DE EMERGENCIA que hizo el gobierno del PP, manos del Ministro de Fomento de entonces, un tal Álvarez Cascos, más preocupado por el arte y la caza que por su trabajo. Recuerdo gratamente a los actores y artistas, protagonistas del mundo de la farándula y el
cachondeo nocturno, manifestarse junto a cientos de personas, al grito pancartista de "Nunca Mais", para denunciar un terrible desastre ecológico y llamar a
asesinar a Rajoy (bueno, esto fue lo que vi en alguna pancarta de algún manifestante, que conste y quede bien claro), y poco menos que tratar de delincuentes a todos los políticos del PP y a sus votantes. Recuerdo gratamente la cara de este actorazo que es
Bardem, cuyas interpretaciones se extrapolan más allá del mundo del celuloide y nos entrega, gratis -sin tener que pagarle nada a cambio, que ya lo ha cobrado de antemano, vía subvención- unas actuaciones inmejorables, tras las cuales, te das cuenta que Zejas es un santo varón y su gobierno parece el Cielo Eterno, al que te debes encomendar si quieres salvar tu alma, ya que si lo haces a obispos, curas, cardenales, abades u otras personas y personalidades del Clero Católico puedes acabar en la hoguera de los infiernos del populacho demócrata y pacífico que, presuntamente representando al electorado socialista, anima con algarabías y gritos, en mítines y manifestaciones y reclamando el “
derecho a ser putas” frente a las clínicas abortistas (eso sí, los abortos subvencionados, o sea, a cargo de nuestros impuestos una vez más)
Los chicos de la farándula, canoneros de pro, tan ocupados en procurarse su sustento vía impuesto revolucionario y subvención, a costa tanto de los que votan al PSOE, como de los que no (incluidos los votantes
imbéciles del PP), no han tenido ni un solo día en estos siete meses para salir a la calle, pancarta en mano, al grito tan manido de “Nunca Mais”, para recordarle al Zejas que lo sucedido con el Prestige en Galicia no debía repetirse. Tan ocupados estuvieron
poniendo el dedo sobre la ceja y escupiendo al PP y a sus electores, que no pudieron recordarle a nuestro actual Gobierno que un barco se estaba hundiendo frente a costas españolas, una vez más, y que podía ocurrir un desastre ecológico.
No pasa nada, yo les perdono. Seguro que al próximo desastre ecológico se manifiestan y nos recuerdan lo que no debe suceder en estos casos (lo que será, a mayor gloria del Reino, tras las elecciones de marzo, cuando gobierne otra vez el PP, si tenemos la suerte de cara).
No obstante, y puestos ya a prevenir futuros desastres, yo, si fuera actor o artista de cualquier tipo y fuera miembro de la
SGAE o cualquier otra entidad de gestión de derechos de autor, y siendo agradecido con el actual gobierno nacional socialista, saldría a la calle para insultar al PP, a sus electores y a todo bicho viviente que no piense como ellos y que no pague ningún canon en pro del arte y los
yates y mansiones en Miami. Aunque ahora no tenga nada que ver. Total, qué más da, si lo que cuenta es el eslogan, la pancarta, el dinero a costa de nuestros impuestos y el ser progre.