viernes, 26 de octubre de 2007

El juguete de la Justicia

Hay ocasiones en las que cualquiera de nosotros opinamos, que para eso estamos, pero lo hacemos sin los conocimientos suficientes del tema opinado. Así, es frecuente vernos convertidos en el mejor entrenador de fútbol diseñando una alineación, un gran médico recetando soluciones a los colegas o un excelente arquitecto que opina de la ideoneidad de las proporciones estéticas de cualquier edificio. Si no tiene consecuencias -no es bueno "recetar" a los colegas- no deja de ser un ejercicio de opinión y, en todo caso, de autoestima.

Todos queríamos haber visto en chirona al niñato de la agresión a la ecuatoriana y no ha sido así. Pero seamos sinceros, lo que tiene de excepcional este caso es el tratamiento mediático, las perfectas imágenes repetidas hasta la saciedad en televisión, opio del pueblo. Estadísticamente, sólo en Cataluña se registra una denuncia por actos xenófobos cada dos días y según la asociación SOS Racismo, que recogió 158 casos en 2006, 89 de ellos fueron agresiones. Sin ser un habilidoso matemático se puede calcular que en España se producen miles de ataques de este tipo al año. Aún así, si comparamos con otros países europeos o americanos, podemos asegurar que España no pertenece al grupo de países que ocupan los primeros puestos del deplorable ranking del racismo en el mundo. Lo triste es que no es difícil escalar posiciones en esta clasificación y si no ponemos remedios ya, los escalaremos en muy pocos años.

Sólo por eso, por ser un caso hiperdifundido mediáticamente, por el "escándalo" social que ha producido, el juez debería haber mandado a prisión a este energúmeno. Sin embargo, el juez no ha tenido en cuenta esta presión y entiende que al no existir riesgo de fuga y que el ataque es un hecho puntual y no una situación continuada, no debe decretar prisión preventiva. Pues bien, no puedo por menos que felicitarme de que haya jueces que actúen de esta manera, sin ser seducidos por la presión mediática. Creo que Eduardo Gómez, que así se llama el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), ha actuado de una forma valiente y honesta. Y le felicito por ello.

Como reflexión final a este asunto -y muy brevemente-, creo que el problema del racismo en España es aún un embrión. Hay que atajarlo ya y no esperar a que se desarrolle y se nos escape de la mano. Las medidas que pueden contribuir a ello no son sólo judiciales sino, fundamentalmente, de política de inmigración. Hay que diseñar un plan de acción, de "filtrado" de inmigrantes de manera que no pueda entrar aquí todo el que quiera sino el que venga a trabajar y quiera salir adelante honradamente. Y hay muchas formas de hacerlo, algo que ni el PP abordó en los ocho años que gobernó ni, por supuesto, el PSOE está haciendo en estos últimos años. Más bien al contrario pues con las "leyes Caldera" se ha producido un efecto llamada que ha identificado nuestro país con el paraíso del emigrante y, por desgracia, del delincuente también.

Sin embargo, el título de esta entrada se refiere más al tejemaneje judicial que estamos contemplando en los últimos días. La Justicia se está convirtiendo en un juguete que unos y otros utilizan en función de sus intereses. En las últimas semanas hemos asistido al bochornoso espectáculo de un Gobierno que toma una sorprendente decisión para romper en su favor el equilibrio del Tribunal Constitucional. Días después, como reacción, el Partido Popular recusa a otro puñado de jueces para contrarrestar la jugada del Gobierno (otro enlace).

No sé si la reacción del PP, aunque lógica, es correcta. La jugada del PSOE es reflejo de su catadura moral y digna de gobiernos bananeros. ¿La consecuencia? Todo nuestro sistema judicial, una vez más, puesto en entredicho. Ya hace tiempo que escribí cuál es mi opinión en materia de Justicia y de su aplicación pero lo recuerdo resumido: Necesitamos imperiosamente separar el poder judicial del ejecutivo. Hemos de convertir al poder judicial en una estructura independiente, que no se pliegue a los caprichos de ningún gobierno ni partido político. Los propios jueces piden alejarse del gobierno, sobre todo del ministro de justicia más absurdo y manipulador de los últimos años. Y, por supuesto, necesitamos cambiar nuestro código penal para endurecerlo y convertirlo así en una verdadera herramienta eficaz.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Una idea que me parece brillante.

Mirad lo que he leído ahora mismo. Me parece una idea estupenda. Lo digo en serio. La diversidad de idiomas que tenemos en España no debería ser arma arrojadiza para dividir a los españoles, como pretenden los nacionalistas. Y que haya sido un partido nacionalista quien haga esta propuesta no me hace confiar más en él, pero sí estar de acuerdo, conforme a mis motivos propios, que no son sino preservar la cultura española, que se enriquece de manejar cinco lenguas (para mí el valenciano y el catalán no son la misma lengua, aunque puedan tener un origen común o fuentes comunes, que no lo sé. Sé que sobre esto habrá controversia, pero yo lo siento así y así lo defenderé; lo digo para evitar debates que ahora creo que no proceden).

Enseñar lenguas regionales, en lugar de la famosa EpC me parece algo bastante más útil y enriquecedor.

Lo digo plenamente convencido.

Y no me vale el que se diga que esas lenguas no se van a utilizar fuera de España. Es que no es eso lo que me motiva. Lo que me motiva es conocerlas y no perderlas. Eso nos uniría aún más.

Estoy totalmente seguro.

Ésta es la noticia: http://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276316051.html

domingo, 14 de octubre de 2007

Escenas de nuestra Historia (I)

En estos momentos necesito compartir con todos vosotros, queridos lectores, dos escenas de nuestra Historia. Son dos escenas de verdadera importancia para el transcurso de los años posteriores, para los diferentes capítulos de nuestra novela histórica y que, por añadidura, en nuestro presente resultan de especial relevancia por los debates abiertos y los feroces ataques que envuelven a la Corona y a la misma esencia de nuestra Nación.

La primera escena, el primer texto, nos hace viajar hasta el año 1709. Por aquel entonces, como todos bien sabréis, España se mantenía sumergida bajo una cruenta guerra civil que definiría los destinos de nuestra patria. Por un lado, los partidarios de la implantación de la dinastía borbónica luchaban frente a los defensores de la continuidad de la dinastía austriaca. Fueron largos años de batallas por tierras castellanas que plantarían la semilla de un secular árbol enraizado en lo más profundo de nuestra esencia. Por aquellos años, Felipe V de Borbón escribiría una misiva a su abuelo, Luís XIV, Rey de Francia, señalándole que defendería el trono de España hasta su muerte. El escalofriante documento reza así:

“Tiempo hace que estoy resuelto y nada hay en el mundo que pueda hacerme variar. Ya que Dios ciñó mis sienes con la Corona de España, la conservaré y defenderé mientras me quede en las venas una gota de sangre; es un deber que me imponen mi conciencia, mi honor y el amor que a mis súbditos profeso. Cierto estoy de que no me abandonará mi pueblo, suceda lo que quiera, y que si al frente de él expongo mi vida, como tengo resuelto, antes de abandonarlo, mis súbditos derramarán también de buen grado su sangre por no perderme. Si fuera yo capaz de abandonar mi reino o cederlo por cobardía, estoy seguro de que os avergonzaríais de ser mi abuelo. Ardo en deseos de merecerlo sólo por mis obras, como por la sangre lo soy; así que jamás consentiré en un tratado indigno de mí.

Con la vida tan sólo me separaré de España y sin comparación quiero más perecer disputando el terreno palmo a palmo que empañar el lustre de nuestra Casa, que nunca deshonraré si puedo; con el consuelo de que trabajando por bien de mis intereses, trabajaré al mismo tiempo en obsequio de los vuestros y de los de Francia, para quien es una necesidad la conservación de la Corona de España."

El segundo retazo de nuestra Historia nos obliga a retrotraernos hasta el año 1873. Tras dos incontrolables años de reinado de Amadeo de Saboya, rey extranjero procedente de Italia, éste presentaba su dimisión por la imposibilidad de mantener la estabilidad de España. Su discurso de renuncia es realmente escalofriante, y creo que es uno de los textos de nuestra Historia -al menos de los que yo he tenido ocasión de leer- que más puede hacernos recapacitar a los españoles en estos momentos de marejada. El texto es el siguiente:

“Dos años largos ha que ciño la corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la nación son españoles; todos invocan el dulce nombre de la patria; todos pelean y se agitan por su bien, y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible afirmar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar remedio para tamaños males. Los he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien ha prometido observarla.”

Estas dos escenas, estos dos momentos, estos dos jalones, estos dos textos deben ser repasados una y otra vez para entender ciertos males de nuestra Historia. He sentido el impulso de compartirlos con todos vosotros, convencido de que sabréis analizarlos en el sentido correcto. Qué grande y complicada se presenta España bajo estos renglones.

viernes, 12 de octubre de 2007

Los jóvenes amamos España

Comienzo mi singladura en este océano de ideas en los primeros minutos después de atravesar el telón que ha dado paso al día de la Hispanidad. Podría escribir mis primeros renglones haciendo una acerada crítica del Gobierno que nos desgobierna desde hace más de tres años y menos de cuatro, encrespando todavía más mis nervios con los continuos disparates de ciertos presidentes autonómicos o hilvanando unas escuetas líneas sobre los grandes aciertos y fallos de nuestro Partido. Podría hacer todo eso, sí, pero prefiero centrarme en un asunto que, hoy más que nunca, preocupa a un nutrido catálogo de jóvenes españoles y que, por añadidura, afecta directamente al futuro de nuestra Nación.

No tengo que remontar mi memoria mucho tiempo atrás. Tan sólo unas horas, las suficientes como para situarme en el siempre perezoso despertar de esta misma mañana. Situación: Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid / Hora: 10:30 aproximadamente / Suceso: un grupo de jóvenes de una asociación universitaria se disponen a celebrar un acto de homenaje a la bandera de España. Su intención es izarla en el solitario mástil de la propia Facultad, recibiendo la negativa por parte del Rectorado puesto que de esta forma “se evitan incidentes” y, además, “sólo podría realizarse en caso de ser un acto solemne”. A pesar de los impedimentos puestos en el camino por el Rector -por cierto, hermanísimo de Iñaki Gabilondo-, los estudiantes no se amilanan y cuelgan la bandera de España de uno de los árboles de la entrada, hacen sonar el himno de España y leen un manifiesto en defensa de los símbolos nacionales y del día de la Hispanidad. Lo que no esperaban los orgullosos patriotas era lo que apareció en escena: medio centenar de encapuchados profiriendo amenazas de muerte y graves insultos -¡fascistas!- contra unos estudiantes cuyo único delito era el de homenajear la hostigada bandera de todos los españoles. Pensareis que, al menos, no lograron hacer de la bandera un volcán en erupción. Pues no lo lograron, no, porque no fueron capaces de hacerse con ella. Los mecheros, queridos lectores, ya estaban frotándose las piedras. Por suerte, los miembros de la Policía se presenciaron a tiempo para evitar lo que podría haberse convertido en un campo de batalla; escoltaron a los estudiantes hasta sus respectivas Facultades, pusieron paz en una guerra de agresores y agredidos y, lo que todavía no logro entender, se marcharon sin realizar identificaciones ni detenciones.

Si leyera estas líneas el indecente ministro de Justicia, diría que el acto de homenaje a la bandera española se celebró con una total normalidad democrática. Pero lo cierto es que, aunque la sangre no llegara al río y la bandera no fuera hecha cenizas, lo ocurrido esta mañana en la Universidad Autónoma de Madrid no sólo es condenable por lo que supone una agresión física contra un grupo de jóvenes demócratas, sino también por esa degeneración del Rector que, a su juicio, izar una bandera de España en un mástil puede provocar incidentes. Pues entonces, tal y como defendería Montilla en estos casos, lo mejor será arriar toda bandera de España que pueda provocar tensiones o sensaciones incontrolables de violencia en quien la observe. ¿No es así?

Los jóvenes amamos nuestra bandera. No lo hacemos porque sea más o menos bonita -que la nuestra lo es-, ni tampoco porque su tacto sea más o menos placentero. Amamos la bandera de España como símbolo de nuestra Nación, que también es la Nación de los encapuchados de esta mañana, de los periodistas sin escrúpulos, de los políticos corruptos, de los agresores de la libertad, de los mercenarios y los blandos de espíritu. Nuestro himno, nuestra bandera, nuestra Historia, nuestras tradiciones, nuestro lenguaje, nuestros paisajes, nuestras tierras castellanas y vascas, nuestra libertad, nuestra cultura y sabiduría, nuestra música y literatura, nuestros conquistadores y militares, nuestra Monarquía, nuestra vida… Hoy, queridos lectores, han tratado de ultrajar nuevamente lo que nos pertenece a todos los españoles. ¿Cuándo terminará esta batalla?

Disfrutad enormemente de nuestra Fiesta Nacional.

martes, 9 de octubre de 2007

El bochornoso juego socialista

Resulta increible escuchar a todo un fiscal del Tribunal Supremo, ahora metido a Ministro de Justicia y muy original, por cierto, que las leyes en España han de ser aplicadas cuando "la jugada lo aconseje". Esta interpretación de la Justicia, y más viniendo de un supuesto profesional de la misma, no deja de ser inquietante. Podéis leer la vergonzosa declaración aquí.

Por otro lado es la confirmación más contundente de la forma de hacer política de todo un Gobierno que absolutamente siempre ha actuado en interés propio y nunca del pueblo español. La vergonzosa actuación de Garzón encarcelando ahora a la mesa de Batasuna es otra muestra más de esta relajada y subjetiva forma de entender la Ley.

Nada más llegar al gobierno, hace tres años y medio, Zapatero derogó todas las leyes que le resultaban incómodas o que le iban a dificultar sus alocados planes de futuro. Así, nos encontramos ahora en situaciones absurdas que no permiten, por ejemplo, expulsar a un inmigrante cuando delinque o impedir que un Presidente de una Comunidad Autónoma convoque un referendo secesionista... que no será ilegal precisamente por haber derogado la Ley que lo prohibía.

Este socialismo autocomplaciente y de conveniencia está destrozando nuestro país. Para que una nación pueda presumir de fortaleza, entre otras cosas ha de tener un sistema jurídico que lo vertebre y, a ser posible, con la mayor independencia del resto de los poderes. Cuando se utilizan las leyes en beneficio propio es muy difícil transmitir la imagen limpia e imperturbable que una democracia moderna debe irradiar. España es hoy un país turbio, en el que los ciudadanos vagamos sin confianza ninguna en la Justicia, en quienes la imparten y en las leyes que rigen nuestros destinos que, sabemos, quedan sometidos a los caprichos del Gobierno.

La Ley ha de erigirse en el instrumento que nos garantice protección ante el mal y la injusticia humana y ha de impartirse de forma firme y sin fisuras. En el 2004, sin ser un sistema perfecto, el poder judicial trabajaba con herramientas cada vez más perfeccionadas ante la delincuencia y el terrorismo. Y así es como hay que actuar, respetando y aplicando siempre la ley, sin plazos ni concesiones.

Lo que estamos viviendo con este Gobierno es vergonzoso... y descorazonador.

El Pasapalabra de Luis del Pino

Es evidente que el asunto del vídeo de las Juventudes Socialistas y el de contestación de Intereconomía (no sé si son los autores pero sí, al menos, los primeros difusores) está trayendo cola. Me parece genial la motivación que en ellos ha sabido encontrar el periodista de Libertad Digital Luis del Pino y el divertido y breve artículo que ha escrito al respecto. Si no lo conocéis lo podéis leer aquí.

domingo, 7 de octubre de 2007

Otro vídeo

Como dicen al final, no al uso de estereotipos absurdos. Pero ¿qué os apostáis a que este no se ve en la televisión?

¿Qué vídeo os gusta más?


Hay futuro

Las Nuevas Generaciones del distrito de Salamanca de Madrid están celebrando durante este fin de semana su II Escuela de Formación Política bajo el título de "El futuro de nuestra Nación". Para ello, alrededor de cincuenta jóvenes se han encerrado en un hotel de Navacerrada y han diseñado un programa de lo más atractivo. La apertura de la escuela, ayer viernes, corrió a cargo de Ángel Carromero (Presidente de NNGG del distrito de Salamanca y máximo responsable del diseño del curso), Ana Camins (Diputada regional y Secretaria General de NNGG de Madrid), Íñigo Henríquez de Luna (Presidente del PP en el distrito de Salamanca y Concejal del mismo) y nada menos que Jaime Mayor-Oreja (Presidente de Honor del Partido Popular del País Vasco, exministro del Interior, etc.). Tras el banderazo de salida fue el turno de Javier Fernández-Lasquetty (Consejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid) y Pilar del Castillo (Eurodiputada y exministra de Educación, Cultura y Deporte), quienes hablaron a nuestros jóvenes de "Liderazgo político".

Esta mañana, tras un breve curso de oratoria, intervinieron Luis del Olmo Flórez (Director General de Promoción y Disciplina Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y Secretario General del Partido Popular en el distrito de Salamanca) y Elvira Rodríguez (Presidenta de la Asamblea de Madrid, Secretaria de Política Económica y Empleo del Partido Popular, exConsejera de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid y exMinistra de Medio Ambiente). Abordaron el tema "La mentira económica del Gobierno".

Después de comer, Fernando Martínez Vidal (Concejal de Moratalaz y citado un par de posts más abajo) y Regina Otaola (Alcaldesa de Lizarza) han transmitido sus experiencias hablando de "La lucha por la libertad". Tras ellos, los encargados de desarrollar el tema "Hacia un Estado de Derecho más efectivo" han sido José Fernández (Gerente del distrito de Salamanca) e Ignacio Astarloa (Secretario Ejecutivo de Libertades Públicas, Seguridad y Justicia del Partido Popular).

Mañana domingo, hablando de nuestro futuro programa electoral, clausurarán la escuela Juan Soler-Espiauba (Portavoz Adjunto del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid), Soraya Sáenz de Santamaría (Secretaria Ejecutiva de Política Autonómica y Local del Partido Popular), Pablo Casado (Diputado regional y Presidente de NNGG de Madrid) y Francisco Granados (Secretario General del PP de Madrid y Consejero de Presidencia e Interior de la Comunidad de Madrid).

Tras este repaso al programa -plagado, como véis, de "pesos pesados"- os diré que he pasado toda la tarde de hoy sábado allí, en Navacerrada, rodeado de gente joven y escuchando un mensaje claro y contundente. Podéis imaginar las palabras de Fernando Martínez Vidal, amigo personal de Gregorio Ordóñez y hombre comprometido donde los haya. Comprobar la naturalidad con la que Regina Otaola derrocha su compromiso con el partido y nuestras ideas es algo verdaderamente emocionante y aleccionador. El verbo siempre moderado y correcto de José Fernández y la contundencia de Ignacio Astarloa repasando las mentiras del gobierno socialista, sus incumplimientos y sus malabarismos legales, han resultado demoledores.

Muchos pensaréis que hay formas mejores de pasar la tarde de un sábado y es cierto, pero os puedo asegurar que, a veces, estas aventuras merecen la pena. Hoy ha sido una de esas ocasiones. Mensajes claros, experiencias emocionantes, verdades absolutas y ánimo a borbotones. Un excelente curso político organizado por un puñado de universitarios. Pero, sobre todo, medio centenar de jóvenes que en breve nos pedirán las riendas del partido y que son capaces de encerrarse un fin de semana entero en un hotel para aprender y prepararse para lo que nos espera. Como rezaba uno de nuestros más recientes lemas electorales: "Hay futuro".