sábado, 31 de marzo de 2007

Detectados temblores lejanos

La primera referencia para emprender un camino, ya sea en el mar, en la montaña o en el vergel de las posiciones políticas, es el punto de destino, pero una ruta nunca podrá fijarse sin unas coordenadas de partida. En el grado de acierto que tengamos al fijar estas, residirá el éxito de nuestra travesía.

Un buen diagnóstico inicial aumenta las posibilidades de consecución de los objetivos. Cuando hablamos de un partido político como es el Popular, una organización viva en continuo desarrollo, estas evaluaciones se deben realizar constántemente para no perder el rumbo y hay que estar siempre alerta a cualquier indicio que nos advierta de posibles desviaciones de la meta.

Para nuestro viaje, los populares hemos llenado las alforjas con libertad, paz, dignidad, respeto y unidad, valores con los que cualquier aventura tiene que resultar triunfante. Con ese equipaje queremos cumplir también con un requisito imprescindible, viajar con el ciudadano, y debemos esforzarnos continuamente por cumplir sus expectativas.

Dicho esto, y advirtiendo que navegamos hoy por aguas bravas, el grado de atención a los indicios debe ser máximo.

A mí el subconsciente ya me venía avisando de algo, son muchos años viajando, pero mi sismógrafo también recoge ya ciertos temblores a los que tendremos que prestar atención si no queremos que arruinen nuestra excursión.

El principal temblor merece mucho respeto. Lleva muchos meses mostrando un nivel de actividad magmática muy preocupante. Es la crisis de la democracia en beneficio de la netocracia. Los medios de comunicación acaparan el poder y el hombre de la calle no recibe más mensajes que los que ellos le fabrican. El cuarto poder tiene en nuestros días establecida una maraña sobre los otros tres que les impiden conectar con el ciudadano. El análisis del artículo del enlace se termina fijando en el caso argentino, pero leyéndolo detenidamente podemos extrapolar, cuando no directamente identificar, muchas características que se presentan tal cual en España. Y el ciudadano reacciona a lo que le rodea con la información que le presentan los medios.

Hace dos semanas publicaba Féliz Ortiz sus fantasías políticas en el Adelantado de Segovia. Su subconsciente también le está lanzando señales desde hace tiempo y finalmente le ha llevado a soñar con profusión. Este segundo movimiento que detecta el sismógrafo está todavía muy cerca de la superficie, pero el peligro puede venir si el epicentro se llega a localizar en las profundidades. Entonces las olas serán enormes y más de uno puede zozobrar. Si el ciudadano no reconoce lo que llevamos en la bodega por nuestra forma de navegar, puede que busque otra con las que se sienta más identificado. En otras palabras: si el centro político no se siente representado por el PP, y menos por el PSOE, puede terminar construyendo otro barco. Y ojo, que no sería una patera.

Lo importante para un partido político es su imagen. Con mil matices y componentes, bien, pero con una palabra se resume todo: imagen. Si en la construcción de esta imagen no jugamos bien nuestras cartas y sabemos leer la partida, nos pueden desplumar sin enterarnos. De nada sirve que todos nos sintamos cojonudos, con perdón, y que las cohortes de nuestros líderes les agasajen hasta impedirles el contacto con la realidad, porque los votantes están ahí fuera mirando. Nos miran, leen los periódico, escuchan la radio y, sobre todo, ven mucha televisión. Y parece que el mensaje que reciben de todo este conjunto nos está señalando un posible cambio en las expectativas de un amplio sector de la población que deberemos atender.

Conclusión: navegar así es muy difícil, debemos revisar continuamente nuestra carga de valores, confirmar que siguen ahí, como estoy seguro, y buscar la mejor forma de que los españoles la conozcan. La mala gestión de los medios de comunicación puede interpretarse como la posible pérdida de alguna maleta y esto nos podría dejar en tierra.

Buen viaje.

jueves, 29 de marzo de 2007

Consigna en el PSOE y sus medios

Compañeros, la "guerra" ha empezado. Desde el PSOE se ha lanzado la consigna a sus afiliados de que tienen que recuperar el gancho electoral perdido les cueste lo que les cueste. La estrategia es clara: ningunear al PP y difamar cuanto sea posible desde sus medios de comunicación afines para intentar frenar nuestra carrera. Abrid el paraguas que caen chuzos de punta.

Su balance de gobierno y gestión es tan pobre que no tienen nada que presentar a su electorado fiel y, conscientes de ello, prefieren atacar a sus oponentes con la esperanza de que no nos distanciemos en exceso de ellos y nos enfanguemos en un cuerpo a cuerpo del que puedan sacar tajada.

Preparaos a escuchar de todo hasta las municipales y las autonómicas de mayo. Y no os digo nada lo que puede ser la campaña para las generales. Os dejo unos cuantos enlaces como muestra de lo que digo, para que veáis cómo se ningunea, difama y menosprecia al PP. Vosotros podéis ampliar la lista hasta el infinito.






Como véis, sólo hay que darse una vueltecita por la prensa nacional. El resto os lo dejo a vosotros.

Ahora más que nunca es necesaria nuestra presencia en la calle, para contrarrestar con el boca a boca tanta basura como están vertiendo. Todos debemos convertirnos en agentes electorales y patear la calle. Valdrá la pena.

No quiero terminar sin aconsejaros que paséis por aquí. Es el relato de Enrique Zubiaga en su blog, uno de los "provocadores contramanifestantes" que en compañía de, nada menos, que otros seis provocadores, osaron hacer frente a un ciento largo de desvalidos peneuvistas el lunes frente al TSJPV. Conocéis de sobra la historia pero es realmente interesante leerla de primera mano. No olvidéis dejarle un mensaje y leer los que le están llegando.

martes, 27 de marzo de 2007

Una ilusión particular.

Tengo estos días muchos pensamientos que me rondan la cabeza, acerca de la situación que vivimos en España, políticamente hablando. No he visto nunca echar tanta leña al fuego por parte de un gobierno, el cual acusaba al anterior de crispar, atacando a la oposición pregonando auténticas barbaridades. Y mientras gastan saliva ministros, secretarios y otros, vociferando acerca de los Jinetes del Apocalipsis que, según sus verborreas, cabalgan portando las siglas del Partido Popular, van desgarrando poquito a poco la dignidad, la historia, la convivencia y la sociedad de este país hermoso como pocos, rico en cultura y paisajes, en flora y en fauna, en pueblos y ciudades, en lenguas y costumbres que es España.

Pactan con fuerzas minoritarias y ambiciosas planes estatutarios diferenciadores, pero parásitos del estado del que reniegan. Pactan con grupos terroristas proyectos políticos y no les importa que en la mesa el papel se empape de la sangre de las víctimas que van acumulando, cual verdugo durante la Revolución Francesa, los terroristas compañeros de mantel y cubierto. Pactan con fuerzas políticas minoritarias, en recuento de voto, (independientemente de su ideario), ocupando poco más de la mitad de la sociedad española (aunque no todos digan serlo), para ofuscar, para hacer desaparecer bajo un manto de acusaciones, cada cual más disparatada, al partido político que antes ocupara el cargo del Gobierno de la Nación, vilipendiándolo como si fuera un veneno para la sociedad. En definitiva, desprecian a casi la mitad del pensamiento ciudadano que formamos millones de españoles actualmente. Aunque pondría la mano en el fuego que en realidad somos muchos más.

Dudo mucho que entre tanto despropósito haya alguna razón, mínima siquiera, que lo justifique. Es así como he llegado a la conclusión, que coincide con los comentarios que escuché hace poco en una tertulia radiofónica, que desde el gobierno no conocen otra forma de tapar sus propias vergüenzas. Tienen tan poco de lo que alardear o publicitar de sus tres años de gobierno que, a falta de promocionarse, practican el acoso y derribo de la fuerza política que les puede turnar en el difícil cometido de dirigir un país: Si uno no sube, que el otro se hunda; así siempre se les verá más arriba, o más altos.

Es por esto que cada día que les oigo gritar, insultar o amenazar, desde el gobierno, desde el partido socialista, o desde algunos medios de comunicación (que deberían avergonzarse de su descaro), que mis principios personales adquieren cada día más firmeza.

Y estos principios apoyan al que muestra cordura, aplomo y fortaleza en los mismos sentimientos patrióticos que yo tengo. Veo en el discurso que escuché un diez de marzo una declaración de principios que permiten pensar que la paz social, que la fortaleza de las instituciones, que la prosperidad de los ciudadanos de este país, que la unidad de todos los españoles y de sus pueblos tienen un futuro posible.

Y la fuerza política que es el Partido Popular hoy en día representa esos principios.

Confío en que todos estos deseos tengan lugar prontamente. Pero para ello hay que seguir trabajando e ilusionando a la sociedad. Para convencer a los que dudan de a quién votar, o de ir a votar. Hay que mantenerse ilusionados, para transmitir esa ilusión y ese optimismo a la sociedad. El bonito paisaje que formaban las miles de banderas españolas aquel diez de marzo, alzándose todas a una para ondear extendidas al viento, cuando la primera brisa sopló por encima de los presentes, mientras Don Mariano Rajoy pronunciaba su discurso me trajo una esperanza que aún no se me ha apagado, y que dudo que se apague si continúo teniendo un motivo para ir a las urnas esta primavera y el año próximo.

giro a la izquierda

creo k tenemos k aprender las cosas buenas de nuestros competidores: así se hace en la empresa y son criterios aplicables a la política. Pero ojo, no debemos coger las cosas malas k nos hagan perder la credibilidad.

Habla el pp de una conquista de los votos de centro izquierda, me va bien.
Pero a qué nos referimos con esto? yo creo que es bueno y necesario que el pp resalte por sus políticas sociales,`por su preocupación por los más pobres, marginados, necesitados, enfermos, y cuidado de la familia, como institución más valorada por todos os ciudadanos.

Pero yo espero que eso no implique el renunciar a los valores del pp que ns hace un partido fiable, diferente, sólido, con ideas

sábado, 24 de marzo de 2007

Chochez

Supongo que llega un momento en la vida en el que nada, o muy poco, te importa mantener la compostura. Cuando ya está todo hecho, dejas de preocuparte del "qué dirán" y la opinión que causas en tus semejantes pasa a ocupar el valor de un bledo. Tal vez, esa repentina falta de pudor, ese "estar de vuelta", es lo que le ocurre a nuestros mayores cuando les creemos en merma de sus facultades y que nosotros identificamos con la chochez. Y este debe ser el caso de Jesús Polanco.
La atalaya de los años -y de su imperio mediático- le ha permitido destapar el frasco de las esencias saltándose a la torera todo atisbo de prudencia. No le ha importado lo más mínimo posicionarse claramente en contra de media España, hurgar en el franquismo -parte importante de su pasado también-, acusar de "guerracivilismo"... algo impropio de quien dirige mayoritariamente los medios de comunicación en España.
Y no es porque su postura sea la opuesta a la mía, no; es porque este señor no debería apostar por nadie. De todos es sabido el sectarismo informativo del diario El País, "Diario independiente de la mañana" (he encontrado una curiosa aunque antigua referencia aquí), o de la Cadena SER, sus dos principales bastiones. Pero de ahí a posicionarse abiertamente contra un partido democrático que representa a muchos millones de españoles, va un abismo. Una persona que asienta su fortuna en los medios de información debería apostar por la imparcialidad y eso es lo que debieran también buscar sus lectores o radioyentes menos viscerales. La libertad de expresión, a la que aluden los periodistas que maman de la teta polanquista para justificar la micción fuera del tiesto de su empleador, es la misma que sus propios medios le niegan al PP o la que el PSOE quiere machacar con su veto a Telemadrid. La doble moral, el doble rasero, la constante del socialismo.
De la misma forma que el diario ABC ha experimentado una profunda y reciente catarsis por su cambio de línea editorial, no sería extraño que muchos de los lectores de El País u oyentes de la SER, que sólo buscan honestidad informativa, empezaran a abrevar su sed en otras fuentes. Yo seguiré leyendo El País, lo confieso, pues me gusta saber cómo argumenta el enemigo y conocer sus catecismos (es curioso comprobar que lo leído un día en El País se convierte al día siguente en dogma indefectible de sociatas de medio pelo y seudoprogres de taberna).

martes, 20 de marzo de 2007

Mea culpa

Vengo a confesarme. Sí, soy afiliado y militante del PP y no sólo eso, participo de la vida política de mi barrio con una pequeña responsabilidad municipal que me llena de orgullo y ocupa todo mi escaso tiempo libre.


Pero hoy vengo con un estado de ánimo extraño. Soy padre y hoy ha sido "mi día". También ha sido una fecha especial en mi ámbito familiar por motivos que no vienen al caso. Como solemos hacer los españoles de bien -y los de mal, que pa eso no hay diferencias-, lo he celebrado con una suculenta cenita, familiar claro, en un imponente "comedero" de mi barrio de a 70 euros cubierto. Con un par.


El mismo que me ha faltado para saltarle al cuello al gilipollas que, también muy familiarmente, cenaba en la mesa de al lado. No tendría 25 años pero era el prota de su mesa, de unos diez comensales. Aunque los miembros más canosos de su compañía le rogaban mesura, el mencionado niñato, seguro que al efluvio del estupendo rioja de la casa -un crianza Luis Cañas que yo no conocía pero me ha causado estupenda impresión- no ha dejado de proferir lindísimas y aprendidas -tal vez aprehendidas- soflamas. Me he cansado de escuchar de su linda boquita que si "los asesinos del PP", que si "los hijoputas del PP", que si "la guerra de Irak", que si "las putas banderas de la manifestación", que si Navarra, que si De Juana... y no he hecho nada. Por eso me confieso.


No sé si mi pecado es mortal o venial. Pero con sumo agrado, tras la estupenda tarta de naranja de Blanca (qué manos tiene la condenada), hubiera cogido mi Johnnie con coca, me habría levantado y, dando las buenas noches -lo cortés no quita lo valiente- me hubiese intentado incorporar a la tertulia, más bien monólogo, del gilipollas y su clá familiar. Me sobran argumentos para rebatir sus bocinazos, pero no he tenido el par que mencionaba más arriba, para estropear mi velada familiar y arremeter contra semejante mequetrefe y sus babas. El que me conozca, Miss Peras tú sabes a qué me refiero, sabrá que mi esfuerzo ha sido enorme.


Tal vez lo haya hecho bien. Al menos por el bien de mi compañía familiar. Pero, aún habiendo ignorado a ratos al mentecato, no puedo -ahora que escancio mi último Johnnie con coca en mi casa, ante mi teclado amigo- dejar de acordarme de él. Se me ha escapado vivo...


Aún después de este pequeño regusto amargo, debo reconocer que he tenido una pequeña compensación. He querido empezar este post autotildándome de imbécil y, para ello, he buscado una imagen que ilustrase tal cariñoso adjetivo. He abierto google, he pulsado "imágenes", he tecleado "imbecil", he pulsado "intro" y... entre las primeras apariciones, bajo el epígrafe "imbécil supremo" ha aparecido esta conocida foto. Dios es justo.


Al pulsar sobre ella he desembocado en el blog Liberales Irredentos y he pasado un rato hurgando en él. Os lo aconsejo. Sobre todo la pestaña titulada Pepiño's Place, todo un mosaico de divertidas fotografías de tan peculiar personaje que conseguirán arrancaros una sonrisa.


Ahora estoy un poco más tranquilo... pero el día que pille al niñato pienso darle un repaso dialéctico de los que hacen época. Y es que me sobran argumentos.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Lo que yo vi

Fuimos muchos. Tal vez menos de la mitad de los muertos -hasta ahora- de la guerra de Irak, pero muchos al fin y al cabo. Cada uno lo vio a su manera. Cada uno lo ha contado a su manera. Yo, desde dentro, lo vi aproximadamente así... y así lo cuento.


A las 16.30, media hora antes del inicio de la manifa, no se podía llegar por la calle Serrano al punto de inicio, la Puerta de Alcalá (al fondo).















Leí mensajes.




























































La Puerta de Alcalá, apenas la vi.














Vi gente mayor.













Vi gente muy mayor.




















Vi gente joven.




















































Vi gente muy joven.























Vi banderas, muchas banderas.




























Vi el helicóptero de Telemadrid y la gente saludando ("Ahora diréis, que somos cinco o seis...")













Vi espectadoras.



































Vi a Tarzán.















Vi reporteros.





























Vi tíos feos... y chicas guapas.











Vi cómo la brisa hacía ondear miles de banderas de España.







Vi salir el sol...









Y soñé.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Crispación eres tú

Prometió un cambio tranquilo, pero firme, como aseguró que era su caracter. También en eso nos mintió.
Pero no es de extrañar. A estas alturas de la película deberíamos tener más que calada a esta caterva socialista. Y no porque sean distintos o especiales; simplemente porque son así.
El gobierno le llegó súbitamente, de manera inesperada. Y a pesar de lo blando de su carácter, de ese insulso movimiento de manitas, de esa figura encorvadita denotando timidez y de esa perenne y vacua sonrisa, la bruja de Blancanieves, nada de Bambi, nos sorprende a cada instante.
Matarían a su abuelo, pobre hombre... o no, pero el resentimiento con el que ZP actúa no puede venir sólo de ahí. Fijación con Aznar, persecución absoluta a la derecha y machaque sistemático del oponente. Todos contra el PP, la bestia parda. Llevamos tres años, tres, en los que toda acción del desgobierno ha venido motivada por el odio y el afán de venganza... pero ¿de qué? ¿Qué le hemos hecho a este señor? ¿O a su abuelo? ¿O a su... santa madre?
No se pueden acumular más despropósitos en tan poco tiempo. A pesar de los aplausos que nos han vendido estos días en no se qué congresillo, cada vez le reciben peor incluso entre los suyos. Muchas son las voces socialistas que le cuestionan, y no me extraña.
Después del previsible batacazo electoral en Madrid, no creo que ZP apure un año más su culo en La Moncloa. Todo lo que le queda es Rubalcaba, ese Maquiavelo servicial y sempiterno, de González, de los GAL, del "gobierno que no mienta"... y de lo que haga falta. Su programa está vacío y sólo se nutre con la obsesión: "¿Qué haría hoy Aznar? Pues yo lo contrario". Y así nos va.
Me duele escuchar de Patxi, sí, el López del PSE, que le preocupa esta derecha cada vez más crispada. Demasiado estamos aguantando como para no crisparnos. Pero no somos nosotros los culpables de nuestro propio malestar. Se nos está empalando constante y sistemáticamente. Y cuando uno tiene un palo metido en el culo es muy difícil que le convenzan de que es un pirulí.
El rey de la crispación, de la provocación y del despropósito es nuestro inefable presi. Esperemos que las urnas lo echen aún a tiempo de recuperar tanto destrozo.